“TENEMOS TODA UNA CIUDAD QUE NOS APOYA”

La Armonía de Colón se encuentra disputando por tercera temporada de forma consecutiva el Campeonato Provincial de Clubes de Primera División. En el marco de un proyecto ambicioso desde lo deportivo, los dirigentes decidieron mantener el cuerpo técnico, conservaron algunos baluartes de la pasada campaña e hicieron el esfuerzo para fichar varios jugadores de renombre y conocedores de la categoría, tales los casos de José Perroni, Mariano Ortega y Brian Díaz.

Ignacio Martínez Mairal es uno de los directivos de la institución colonense que reapareció en el mapa del básquet entrerriano hace menos de una década cuando Claudio Farabello, jugador formado en el club, impulsó nuevamente la instauración del Minibásquet. En una extensa charla con el Departamento de Prensa de la FEBER, el directivo hizo referencia a lo que significa volver a jugar la Liga Entrerriana, las expectativas para la competencia y la forma de trabajo de los encargados de dirigir los destinos de La Armonía.

– ¿Cómo están trabajando desde lo dirigencial para la Liga 2017?
– Hemos formado una estructura totalmente horizontal, somos todos del mismo nivel; no es que hay un presidente o un secretario. Cada uno se hace cargo de las cuestiones que haya que resolver y que sea más afín a sus tiempos y a su profesión: Pablo Martínez (Médico) se encarga de las cuestiones médicas, Edgardo Santini (Contador) maneja la parte presupuestaria, Ariel Giani, Adrian Zilliani y yo nos damos maña con los destornilladores, los tornillos y los clavos, entonces pintamos, colgamos los carteles y ese tipo de cosas. Nos vamos repartiendo las tareas, tratamos de ser responsables y así vamos para adelante. Creo que cuando las cosas se hacen bien, la gente ve ese sacrificio y que no hay ninguna meta personal, se apoya el proyecto.

– Históricamente La Armonía es un club formador. ¿Cómo están hoy en cuanto a lo social?
– La verdad que el club tiene un crecimiento sostenido con el incremento en el número de jugadores de inferiores, tanto en el masculino como en el básquet femenino. Queremos que siga desarrollándose la actividad y captar más chicos, dado que la cuestión social es primordial para nosotros. Hoy entrás a La Armonía y el club está todo pintado, las duchas están nuevas, se puede disfrutar de tomar algo y pasar el rato en la cantina, el parquet está reluciente, los aros y las pelotas son nuevos, entonces la gente cuando entra a la institución ve todo eso. Es el reflejo de lo que se trabaja. Somos nueve personas trabajando pero siempre hay más gente que colabora.

– ¿El mismo grupo de Primera también se ocupa de las Formativas?
– La Comisión que trabaja con la Primera División desde lo presupuestario no tiene relación con las Divisiones Formativas pero muchos de los que participamos con los Mayores también colaboramos con las inferiores porque no sobran las manos. El básquet en La Armonía se refundó hace 8-9 años gracias a ‘Lolo’ Farabello; no se practicaba básquet en el club y él empezó con una Escuelita. Esos chicos hoy están sentados en el banco de suplentes de Primera y es un orgullo; creo que nos restan unos años más de fogueo para tener jugadores nacidos y hechos en la institución.

– ¿Con qué expectativas armaron el proyecto para esta tercera Liga consecutiva?
– Después de haber disputado la segunda temporada el año pasado decidimos ver si podíamos dar un paso más desde lo presupuestario como para dar un salto de calidad, siempre teniendo como base la idea de participar con jugadores del departamento, que ellos puedan jugar, y si concretamente nos faltaba algún puesto puntual habría que traerlo. Se juntaron unos ´pesitos’ más y dio la posibilidad de José Perroni, que volvía de una lesión y para él era importante contar con un club donde reinsertarse en la competición. Y luego se sumó lo de Mariano Ortega, que no lo teníamos en los planes, pero como quería volver a la ciudad después de jugar en Las Parejas, llegamos a un acuerdo para que forme parte del equipo de Primera y nos dé una mano en el Minibásquet. Con ellos teníamos el plantel totalmente cubierto.

– ¿Y cómo se dio lo de Brian Díaz? No debe haber sido fácil la negociación.
– La verdad es que a pocos días del arranque del torneo La Unión prescindió de los servicios de “El Oso” y la misma noche que fue cortado estaba entrenando en La Armonía. Se sintió muy a gusto con los compañeros y con el cuerpo técnico; no se cansa de decir que está contento con el grupo profesional y con los dirigentes. Ante esa situación hicimos otro esfuerzo extra y logramos llegar a un acuerdo en una negociación que no fue fácil porque eran tres partes: El jugador, el club que lo tenía contratado y nosotros. Pudimos limar números y contamos con él que para nosotros es algo impensado.

– ¿Cómo ves el equipo y para qué está en la Liga Provincial? ¿Se plantearon objetivos deportivos?
– Estamos para pelearla. Tuvimos la desgracia la semana pasada de la lesión de Gonzalo Jacquet, que es una bandera del club y un jugador sumamente importante en la estructura de juego. En la preparación fueron todas buenas por el hecho de los jugadores que llegaron y lo satisfactoria que fue la preparación; lamentablemente pasó lo de Gonzalo pero hay que afrontarlo y seguir adelante. La Primera Fase de la Liga va a estar recontra pareja, creo que se va a definir en las últimas fechas porque todos los clubes están muy fuertes y nosotros estamos en esa pelea. La idea fue formar un equipo que esté a la altura de las circunstancias y si puede ser protagonista, mejor. Somos una institución relativamente nueva, hay cosas de organización que nos faltan pero hay toda una ciudad que nos apoya.

– ¿De qué forma han logrado que la sociedad y los amantes del básquet los acompañen?
– Hemos logrado acostumbrar al colonense que los viernes cada 15 días hay Liga Provincial en La Armonía, entonces vienen en familia a ver un poco de básquet, a comer una hamburguesa con una gaseosa y para ellos es una salida. Yo lo que quiero es que los chiquitos (varones y nenas) vengan al club y se quieran sumar a las Formativas; en los últimos dos años hemos tenido un crecimiento muy bueno de asociados. Mucha gente de Colón sabe del esfuerzo que hay detrás de la organización porque no dejamos de ser un club de barrio; vamos a pedir un “pesito” a la rotisería y nos apoyan, vamos a la casa de iluminación y nos dan cuatro lamparitas. Estamos muy agradecidos.